La mañana de este lunes se confirmó el fallecimiento del papa Francisco en el Vaticano, hecho que marca el inicio de una nueva etapa en la Iglesia católica y ha desatado numerosas especulaciones en torno a quién podría sucederlo como líder espiritual de más de mil millones de fieles en el mundo.
El periodista especializado en temas del Vaticano, Edward Pentin, publicó recientemente una lista con los nombres que suenan con más fuerza dentro del Colegio Cardenalicio para asumir el pontificado. La diversidad geográfica y las distintas posturas doctrinales de los mencionados reflejan el amplio espectro de visiones sobre el rumbo que podría tomar la Iglesia en los próximos años.
Entre los candidatos más destacados figura Péter Erdő, de 72 años, proveniente de Hungría, quien preside la Conferencia Episcopal de su país y es recordado por sus esfuerzos en la rehabilitación del cardenal Mindszenty, símbolo de resistencia frente al comunismo. También aparece el nombre de Luis Antonio Tagle, cardenal filipino de 67 años, actual prefecto del Dicasterio para la Evangelización, conocido por su cercanía al pueblo y por ser un firme defensor de la justicia social, lo que lo posiciona como posible primer Papa asiático.
Otro de los perfiles es el del ghanés Peter Turkson, de 76 años, de orientación moderada y amplia trayectoria en diplomacia vaticana. Sería el primer Papa africano y también el primero de raza negra. En contraste, el estadounidense Raymond Burke, de 76 años, representa la línea más conservadora, y ha sido crítico del pontificado de Francisco, con apoyo de sectores cercanos al expresidente Donald Trump.
La lista también incluye a Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y actual presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, conocido por su labor en el diálogo interreligioso. Desde Sri Lanka, Malcolm Ranjith, de 77 años, es identificado por su postura tradicionalista y su dominio de múltiples lenguas, mientras que el italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, destaca como una figura moderada con experiencia diplomática.
Finalmente, Willem Eijk, arzobispo de Utrecht, en Países Bajos, de 71 años, es reconocido por su cercanía a las ideas del papa emérito Benedicto XVI y su oposición a algunas reformas impulsadas en los últimos años.
Con este panorama, el futuro del Vaticano dependerá de las decisiones que tomen los cardenales en el próximo cónclave, donde la Iglesia definirá su nuevo liderazgo en medio de un mundo en constante transformación.