Una filtración de 5 terabytes de datos revela que Arturo Zaldívar llegó a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con el respaldo directo de Televisa, que operó campañas sucias y redes de bots para atacar a sus rivales y promover su imagen. A cambio, recibió contratos públicos por 61 millones de pesos.
La investigación #TelevisaLeaks, publicada por Aristegui Noticias, expone cómo el exministro presidente utilizó recursos del Poder Judicial para mantener una maquinaria digital al servicio de su figura, en colaboración con el equipo de Javier Tejado Dondé —exvicepresidente de Información de Televisa— y la empresa Metrics to Index, especializada en campañas negras.
El trabajo conjunto comenzó a finales de 2017, justo antes del proceso de sucesión en la Corte, y se consolidó durante la administración de Zaldívar. Dos funcionarios de la SCJN se incorporaron al equipo de Tejado y se presentaban a trabajar en las oficinas de Televisa Chapultepec, mientras seguían cobrando como dictaminadores de la Corte.
Desde ahí, diseñaron estrategias digitales para atacar a los ministros Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, rivales de Zaldívar en la contienda por la presidencia de la SCJN. Videos manipulados, notas falsas y ataques en redes sociales posicionaron a sus adversarios como símbolos del derroche, el privilegio o la corrupción.
Uno de los videos más virales vinculó a Pérez Dayán con un viaje a Las Vegas pagado por Slim o por la SCJN, acusación que nunca se probó. Otro material sugiere que Ortiz Mena actuaba como “mafioso” al favorecer a Movistar en decisiones judiciales.
En paralelo, se desplegó una sofisticada operación de propaganda para mejorar la imagen digital de Zaldívar. Se diseñó su sitio web, se manejaron sus redes sociales —incluyendo TikTok— y se blindó su imagen ante cualquier polémica, desde la narrativa hasta los comentarios. Se identificaron redes de bots en Facebook y Twitter, así como páginas falsas y grupos afines a Morena donde se insertaban contenidos pro-Zaldívar.
El contrato entre la SCJN y Metrics fue adjudicado directamente en mayo de 2019, ya bajo el liderazgo de Zaldívar, por un total de 47 millones de pesos. Adicionalmente, se destinó presupuesto público a un ejecutivo de Televisa para filmar un documental que nunca fue exhibido.
Incluso se llegó a manipular la conversación pública en redes sociales para distraer de señalamientos contra Zaldívar. En 2022, ante acusaciones de censura, el equipo de “Palomar” operó una campaña encubierta para desviar la atención hacia la usuaria “Greñitas”, tildándola de operadora de la derecha.
Las operaciones digitales incluían producción de contenidos, monitoreo, segmentación de audiencias y manipulación de tendencias. Televisa no solo fue beneficiaria de contratos, sino también protagonista de una estrategia que cruzó la frontera entre la propaganda política y el poder judicial.
Zaldívar asumió la presidencia de la SCJN el 2 de enero de 2019 con siete votos a favor. Hoy, ya fuera del máximo tribunal, se desempeña como Coordinador General de Política y Gobierno en la Presidencia de la República. Su ascenso, sin embargo, queda ahora bajo la sombra de una maquinaria mediática financiada con recursos públicos y orquestada desde la televisora más poderosa del país.
