Un grupo de legisladores del ala conservadora del Partido Republicano bloqueó el avance del megaplan fiscal impulsado por el expresidente Donald Trump, que incluía una polémica propuesta para gravar con 5% las remesas enviadas desde Estados Unidos.
El denominado “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” buscaba extender las exenciones fiscales del primer mandato de Trump (2017–2021) e introducir nuevos beneficios, entre ellos deducciones para propinas, horas extra, préstamos automotrices y beneficios a familias con hijos. Además, contemplaba retirar el acceso a Medicaid a inmigrantes indocumentados, bajo el argumento de proteger los recursos para quienes “realmente lo necesitan”.
A pesar de las sesiones maratónicas en la Cámara de Representantes para aprobar el plan antes del Día de los Caídos (26 de mayo), la resistencia de cinco congresistas republicanos en el Comité de Presupuesto frenó el avance del proyecto. Con tres votos negativos bastaba para detenerlo, y los cinco legisladores argumentaron que el plan incrementaría el déficit presupuestario.
“Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar y nuestros hijos van a pagar las consecuencias”, advirtió Chip Roy, uno de los disidentes. Agregó que el proyecto “es profundamente insuficiente” y no cumple con lo que promete respecto a la contención del déficit.
La negativa fue interpretada como un gesto inusual de rebeldía interna frente al liderazgo de Trump, quien horas antes había exhortado a los legisladores republicanos a “unirse tras el GRAN Y HERMOSO PROYECTO DE LEY” a través de su red social, Truth Social.
Sin el respaldo del Comité de Presupuesto, el proyecto corre el riesgo de quedar estancado, complicando su eventual aprobación en ambas cámaras antes del simbólico 4 de julio, fecha en la que Trump aspiraba firmarlo desde el Despacho Oval.
Este revés representa un golpe a las prioridades fiscales del expresidente, en momentos en que busca reforzar su plataforma económica rumbo al próximo proceso electoral.
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