Durante una gira por Villa Hidalgo, San Luis Potosí, la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció con firmeza contra el nuevo plan fiscal aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que contempla un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por migrantes a sus familias en México. La mandataria advirtió que, de ser necesario, convocará movilizaciones para evitar que esta medida avance.
Sheinbaum calificó la iniciativa como una injusticia hacia los mexicanos en el extranjero, a quienes definió como “héroes y heroínas de la patria” por su contribución a la economía tanto de México como de Estados Unidos. “Nuestros paisanos trabajan duro, pagan sus impuestos y además sostienen a sus familias desde allá. Es inaceptable que se les quiera cobrar por ese esfuerzo”, expresó.
Además de su rechazo categórico, la presidenta llamó a los migrantes a expresar su oposición directamente ante el Senado estadounidense, a través de cartas, correos electrónicos y redes sociales. “Vamos a seguir informando y, si hace falta, vamos a movilizarnos para defender a quienes ayudan a los más necesitados”, señaló.
El plan fiscal, promovido por el expresidente Donald Trump y apodado “el gran y hermoso proyecto de ley”, fue aprobado por un estrecho margen de 215 votos contra 214 tras una intensa sesión nocturna. Ahora deberá ser discutido en el Senado, donde enfrentará nuevas negociaciones y resistencias.
Sheinbaum subrayó la importancia de los trabajadores mexicanos en el desarrollo económico de ambos países y concluyó con una frase contundente: “Estados Unidos no sería lo que es sin los mexicanos que trabajan del otro lado de la frontera”.
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