Por Staff
Foto: Especial
Diana Margarita Osornio Gómez, una mujer de 31 años, trabaja como docente en una escuela rural y multigrado en San Juan del Rio. Actualmente, se desempeña como Subdelegada en la comunidad de El Carrizo, San Juan del Rio, Qro., lugar de su nacimiento y donde ha logrado cumplir sus sueños al lado de su familia y su comunidad.
Diana es madre de dos pequeños: Ximena, de 7 años, y Paulino, de 3 años, y está casada con Paulino Moreno Paz.
Hace más de 6 años, junto con su esposo y un amigo, fundaron una organización social llamada «Unidos por San Juan». Su objetivo principal es visitar las comunidades más remotas de San Juan del Río y entregar juguetes en fechas especiales como el Día de Reyes y el Día del Niño, además de visitar hospitales y niños en situación de calle.
En su esfuerzo por fortalecer los valores y reconstruir el tejido social, adaptaron una unidad para llevar a cabo jornadas de cine móvil, proyectando películas con mensajes sociales. Diana entiende que la reactivación del tejido social es un proceso complejo que requiere un esfuerzo sostenido de la comunidad, pero considera que vale la pena, ya que contribuyen a crear comunidades más fuertes, justas y equitativas.
Durante la contingencia de COVID-19, Diana y su equipo implementaron un programa llamado «Internet móvil para estudiantes». Equiparon una unidad con internet, ofrecieron impresiones gratuitas y brindaron asesoría a niños y niñas en situación vulnerable. La educación en línea cambió radicalmente la dinámica educativa en México, y muchas familias no estaban preparadas para ello. Con la ayuda de colegas docentes, Diana y su equipo visitaron colonias y comunidades en San Juan del Río, compartiendo su conocimiento y apoyando a las familias en la educación de sus hijos.
Hoy en día, Diana ha desafiado estereotipos machistas en su comunidad y se ha convertido en la primera mujer Subdelegada. Ha promovido la participación social mediante la creación de comités para la toma de decisiones comunitarias y ha trabajado incansablemente para reactivar el tejido social, fortaleciendo las relaciones entre los habitantes de su comunidad.
Entre los proyectos que han marcado la diferencia en su comunidad se incluyen la limpieza de calles, la recaudación de fondos para personas enfermas, la recogida de basura y la esterilización de animales en situación de calle. También organizan eventos de entretenimiento en fechas especiales como Navidad, el Día del Niño, el Día de la Madre y el Día del Abuelo.
Uno de los logros más destacados de Diana es el evento anual de la «Gordita y dobladita», que ha posicionado a su comunidad en el mapa local y nacional. Este evento ha activado la economía local y ha proporcionado oportunidades laborales a mujeres y familias que se dedican a la venta de gorditas y dobladitas. Además, ha contribuido a fortalecer la confianza en la comunidad y ha permitido hacer ese sueño personal una realidad.
Diana está segura de que su historia es sólo una entre miles de mujeres mexicanas y queretanas que poseen la determinación de superar las adversidades. Ella afirma que las mujeres de su país tienen el espíritu de guerreras, siempre dispuestas a dar lo mejor de sí mismas por sus familias y su sociedad. Por ello, ella está comprometida a no ser indiferente ante las realidades que enfrentan.