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El Sistema Penitenciario de Querétaro, Referente Internacional

Por: Gustavo López Acosta, Comisionado Estatal del Sistema Penitenciario de Querétaro
Foto: Especial

Existe la Reinserción Efectiva en América Latina

En América Latina y el Caribe hay un millón y medio de personas encarceladas acorde a los datos del World Prison Brief, asimismo, la población ha crecido de forma alarmante desde hace 24 años.

El sistema penitenciario latinoamericano enfrenta una crisis profunda que se ha intensificado en las últimas décadas. Los problemas estructurales como el hacinamiento, la corrupción, la violencia y la falta de recursos han creado un entorno que no cumple con la resocialización de las personas privadas de la libertad, por lo tanto, impacta en la seguridad de su comunidad agravando los problemas de criminalidad y violencia en la región. 

El principal reto que tienen estos sistemas es la sobrepoblación, con una ocupación que supera con frecuencia el doble o el triple de su capacidad. Generando condiciones inhumanas, el contrabando, la corrupción, prostitución, riñas, motines, homicidios al interior de las prisiones y por supuesto dificulta la implementación de programas de reinserción efectivos. 

Para ejemplificarlo, menciono algunos casos como lo es el de Brasil, este es uno de los países con las mayores tasas de encarcelamiento en el mundo, superando por mucho su capacidad en sus prisiones. El sistema penitenciario brasileño, es conocido por su extrema violencia exacerbada por la presencia de facciones criminales que controlan gran parte de las prisiones. Grupos como el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho tienen una influencia significativa tanto dentro como fuera de las cárceles, lo que ha llevado a una serie de motines violentos y asesinatos en masa dentro de los centros penitenciarios.

Las condiciones en las cárceles brasileñas son particularmente severas, con celdas diseñadas para albergar a 10 personas que en realidad albergan a 20 o más, la falta de personal capacitado, junto con la corrupción, contribuyen a la incapacidad del estado para mantener el control sobre las prisiones. La situación se ve agravada por la falta de acceso a servicios básicos como atención médica, educación y programas de rehabilitación para adicciones.

El sistema penitenciario colombiano también enfrenta serios desafíos, aunque en los últimos años ha habido intentos de reforma. Al igual que en otros países de la región, el hacinamiento es un problema estructural. En 2020, la capacidad de las cárceles colombianas estaba excedida en un 48%, lo que ha generado tensiones constantes y un ambiente propenso a la violencia. Las condiciones de vida son complejas para los internos, con instalaciones deficientes y un acceso limitado a servicios básicos.

En nuestro país, se enfrentan desafíos similares en el sistema penitenciario, la mayoría de las prisiones también están marcadas por el hacinamiento, la violencia, la corrupción, motines, riñas, basta recordar el incidente del primero de enero del 2023 en el estado de Chihuahua, donde hubo un motín que dejó 17 muertos, 10 custodios, 7 reclusos y se fugaron de 30 personas privadas de la libertad. En marzo de 2024 en el estado de San Luis Potosí, ocurrió otro suceso donde hubo 3 muertos, 2 custodios y un privado de la libertad, situaciones como estas son constantes en la mayor parte de las prisiones del país mostrando un sistema penitenciario reprobado en la gobernabilidad y en la reinserción efectiva. De acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se encontró que las principales áreas de oportunidad en el sistema penitenciario son: inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad, deficientes condiciones materiales y de higiene para alojar a internos, insuficiencia del personal de seguridad , insuficiencia de vías para remisión de violaciones a los derechos humanos, insuficiencia de programas para desintoxicación, actividades deportivas, servicios de salud, laborales, así como la sobrepoblación en los centros penitenciarios. Desde el modelo Querétaro, agregaría la falta de voluntad política para atender a los sistemas penitenciarios, ya que históricamente han pertenecido o han estado ligados a secretarias relacionadas con la policía o con el orden interior, pocos recursos, esto reduce el campo de operación para las autoridades penitenciarias, además de observar al sistema penitenciario como un ente distinto y separado de los sistemas de seguridad y justicia.

En Querétaro, contamos con un modelo de gestión institucional con un enfoque sistémico de la justicia penal y la seguridad, cuyo objetivo es que se hagan efectivos los derechos humanos, que garantizan el procedimiento penal acusatorio y oral, ocupándose de la administración, organización y funcionamiento del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en el estado de Querétaro. El sistema penitenciario es un organismo público, descentralizado con personalidad jurídica, patrimonio propio y especializado para el cumplimiento de su función. Cuenta con un modelo de operación que le permite administrar el sistema penitenciario con resultados tangibles. Nuestro modelo tiene su génesis en el 2017, partiendo con un diagnóstico holístico y de reformas nacionales que se dieron en nuestro país en el 2016. Así nació nuestro Modelo Cosmos Penitenciario que tiene su esencia en la dignidad de la persona y las reglas Mandela a partir de ello, mediante cuatro ejes transversales y dos estrategias, la seguridad, centrada en la dignidad de la persona y la reinserción social, centrada en la autodeterminación de la persona y la promoción de los comportamientos resilientes, bajo esta metodología se operan todas las acciones en nuestros centros penitenciarios. Con nuestro Modelo Cosmos Penitenciario, demostramos que sí es posible la reinserción social efectiva, tenemos el 0.6% de reincidencia, en comparación con la media nacional que es aproximadamente del 40%. El 99% de las personas que egresan de nuestros centros penitenciarios cumplen con su Plan de Actividades en Externamiento, el 100% cuenta con una actividad laboral formal, el 71% está cursando algún grado escolar básico y el 20% se encuentra en etapa media superior y superior. 

En nuestro estado, se coadyuva a la prevención terciaria y a la seguridad, la sociedad no está en riesgo por ninguno de sus centros penitenciarios. En el mes de agosto de 2024, se acumulan más de 6 años con 0 riñas colectivas, 0 motines, 0 fugas o intentos de fuga. Tampoco se comenten extorsiones desde los centros penitenciarios. “Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles”, citando al político y premio nobel de la paz, Nelson Mandela. En Querétaro, sus prisiones son reflejo de lo que somos como sociedad. 

El sistema penitenciario de Querétaro es referente nacional e internacional, contando con todos sus centros penitenciarios, oficinas centrales y academia certificadas internacionalmente por la Asociación Americana de Correccionales, institución que cuenta con más de 150 años de experiencia en materia penitenciaria y que evalúa más de 140 estándares internacionales en materia de derechos humanos. El Modelo Cosmos Penitenciario se ha presentado en países y ciudades como: Alemania, Guatemala y en Estados Unidos en las ciudades de Colorado, Maryland, Pensilvania, Texas y Tennessee, donde se ha presentado cómo una buena práctica lo convirtió de ser un sistema con ingobernabilidad y nula reinserción, a un sistema ejemplo internacional. 

Asociaciones de la sociedad civil nacional, internacional e instituciones autónomas en materia del respeto a los derechos humanos, así nos reconocen. El World Justice Project, evaluó al Sistema Penitenciario de Querétaro como el más seguro y respetuoso de los Derechos Humanos por 6 años consecutivos, teniendo en esta última evaluación el resultado más alto para un sistema penitenciario desde que se aplica esta evaluación en México. La CNDH, mediante el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, evalúa al sistema penitenciario de los queretanos como el mejor del país, con una calificación histórica de 8.61, la más alta para un sistema penitenciario en México desde que existe registro. De manera sistémica, México Evalúa también ha determinado al Modelo Cosmos, como el más avanzado en materia de justicia penal en el país, con resultados tangibles que demuestran que desde Querétaro se están construyendo las bases del penitenciarismo moderno, el sistema penitenciario ya está en el siguiente nivel, ordenado por el gobernador Mauricio Kuri, con estos resultados.

Aquí, sí existe la voluntad política, los resultados que acabamos de leer son la prueba de ello, ya que han trascendido sexenios, es el fruto de la coordinación, la política transexenal, un modelo de operación centrado en la dignidad de las personas, instituciones que conforman un modelo de gestión que cumple con su función y garantizan la justicia desde su competencia, y por supuesto, de una sociedad participativa que hoy muestran a nivel internacional que sí es posible la reinserción social efectiva.

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