En su conferencia matutina del 19 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó la reciente ola de violencia en Sinaloa a un acuerdo entre Estados Unidos y grupos del crimen organizado. Según AMLO, esta situación se generó por la captura de Ovidio y Joaquín Guzmán, hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, y por la presunta detención de Ismael «El Mayo» Zambada en EE.UU. El mandatario criticó que México fue excluido de estas decisiones, subrayando que «no estamos de acuerdo en que se ignore a México», y responsabilizó esta falta de coordinación por los problemas de seguridad actuales en la región. A pesar de la gravedad del tema, mencionó que la Fiscalía General de la República aún no ha recibido información oficial sobre el caso.
Por otra parte, López Obrador confirmó que no dará a conocer su testamento político, pese a que en un principio había manifestado su intención de hacerlo antes de finalizar su sexenio. Argumentó que su familia se opone a la divulgación del documento, en el cual había dejado claro que no deseaba ningún tipo de reconocimiento público tras su muerte, como museos, estatuas o calles con su nombre. Aunque el presidente lamentó no poder compartir su testamento, afirmó que respetará la decisión familiar.
Finalmente, en conmemoración de los sismos de 1985 y 2017, el presidente encabezó una ceremonia solemne en el Zócalo de la Ciudad de México. Acompañado de figuras clave como Claudia Sheinbaum, la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde y el jefe de Gobierno Martí Batres, López Obrador izó la bandera a media asta en memoria de las víctimas. Durante el acto, se recordó la importancia de la reconstrucción en 10 estados afectados, donde se invirtieron más de 33 mil millones de pesos para reparar escuelas, hospitales y edificios históricos dañados.