En su conferencia matutina del 26 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que no planea contar con seguridad personal una vez que deje la presidencia. «La gente me va a cuidar», aseguró el mandatario al ser cuestionado sobre si tendrá protección tras su retiro. Aunque aún no ha tomado una decisión definitiva sobre este tema, AMLO expresó que no teme por su seguridad y confía plenamente en el apoyo de la ciudadanía. Además, mencionó que no se trasladará de inmediato a Chiapas, sino que pasará algunos días en la Ciudad de México. También aprovechó la ocasión para solicitar a los medios de comunicación que lo dejen en paz después del 1 de octubre, cuando deje el cargo, ya que desea enfocarse en escribir sin interrupciones ni visitas no deseadas. “Me ayudan si no me visitan porque mis adversarios lo usarán de pretexto para espiarme”, puntualizó.
En la misma conferencia, López Obrador reaccionó a la solicitud de la defensa de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón, de una sentencia reducida de 20 años de prisión. AMLO afirmó que esta petición del abogado de García Luna reconoce implícitamente la culpabilidad del exfuncionario y subrayó que es fundamental que no haya impunidad en casos de corrupción como este. «La justicia no solo es castigo, es prevención. Es importante que se sepa todo lo que pasó durante ese gobierno», dijo el presidente, añadiendo que la sociedad tiene derecho a conocer los detalles del manejo de la seguridad durante los seis años de la administración de Calderón. AMLO también aprovechó para destacar el silencio de Felipe Calderón en este tema, cuestionando cómo fue que García Luna llegó a formar parte de su gabinete.
Finalmente, AMLO lanzó una dura crítica al expresidente panista Felipe Calderón, acusándolo de ser «porfirista y anticardenista», en referencia a su inclinación hacia políticas conservadoras. López Obrador destacó que Calderón se ha aliado con figuras de la derecha en España y América Latina, como su amigo José María Aznar, expresidente del gobierno español, y concluyó su crítica asegurando que esta postura política lo ha llevado a buscar refugio en Madrid.