Entrar al mundo de la comunicación política es como aventurarse a cruzar una pista de hielo en sandalias. Pero aquí, en lugar de hielo, tienes el famoso “jabón” de la opinión pública. ¿Quieres resbalarte? Adelante, contesta enojado y contrata cuentas anónimas que te digan “¡bravo!” hasta cuando bostezas. Pero si no quieres acabar en los highlights del ridículo, aquí van algunos consejos infalibles para surfear sin caerse en este mar de espuma política:
1. Tómate tu tiempo. Si te lanzas a responder en caliente, estarás a dos segundos de ser la próxima “nota viral del día”. Nadie (excepto tú) tiene prisa por verte saltar al ruedo sin casco. Así que, toma un respiro, un café, o, ¿por qué no?, una siesta antes de contestar. La paciencia es tu mejor traje antibalas. 2. No te rodees solo de fans. Consejo de oro: pide opiniones, pero a gente variada. Crear grupos de trabajo que no sean solo tus amigos (sí, esos que te dicen “todo lo haces increíble”) puede ser revelador. Nada peor que un “estratega” de palmaditas. Porque si todo suena a coro, es muy probable que estés rodeado de espejos, no de personas con ideas. 3. Deja correr algunos temas. En política, algunas olas están para observarlas desde la orilla. Ver cómo se desarrollan antes de lanzarte de cabeza es tan crucial como saber qué cosas sí ameritan meter la mano. ¿Quieres ahogarte? Lánzate sin pensar. Pero si prefieres sobrevivir al mar revuelto de la opinión pública, observa primero. 4. Evita los aplaudidores anónimos. A todos nos gusta un buen aplauso, pero cuando viene de “Cuentas Anónimas S.A.,” ese aplauso suena hueco. Aquí, la sinceridad es el traje de gala. Arma una estrategia con cuentas institucionales, sólidas, y que no suenen como robots enloquecidos. Dale un toque humano, no “copy-paste”, porque nadie quiere ver a clones en Twitter. 5. No huyas de las redes sociales. Escapar de las redes es como ausentarte de las calles en una campaña. No importa que los comentarios te hagan torcer el gesto, debes aprender a tener piel de cocodrilo. Y no esperes que un ‘community manager’ te sustituya; la gente quiere ver que detrás del perfil hay una persona, no un robot.
Así que ya lo sabes: si quieres pasearte por la casa del jabonero sin terminar en el suelo, más vale que pongas estos consejitos en práctica.