El Poder Judicial Federal dio dos campanadas en casos de gran relevancia con origen en Querétaro: la liberación de Jaime N, alias «El Burras Prietas», señalado como líder criminal, y la revocación de la absolución del ex presidente de Caja Libertad, José Antonio Rico Rico, a petición de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Jaime N fue detenido el lunes en un operativo conjunto del Ejército, Marina, FGR y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Presentado en la conferencia mañanera por Omar García Harfuch, se le imputaron delitos como delincuencia organizada, tráfico de migrantes, robo de autotransporte, venta de armas y recursos de procedencia ilícita. Sin embargo, el juez federal Jorge Ulises Vázquez Torres, con sede en Querétaro, consideró que no procedía la prisión preventiva, a pesar de los indicios encontrados, como personas secuestradas, vehículos y bienes sin justificar. Solo se acreditó la posesión de cartuchos.
La decisión generó indignación en niveles políticos y de seguridad, y se espera una respuesta oficial desde Palacio Nacional.
Por otro lado, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal revocó la absolución de José Antonio Rico Rico, ex presidente de Caja Libertad, relacionada con una operación inmobiliaria de 156 millones de pesos denunciada como simulada. La UIF, encabezada por Pablo Gómez, obtuvo un amparo que obliga a revisar si el empresario debe ser condenado nuevamente.
El proceso podría extenderse, ya que Rico presentó un recurso de revisión que será atendido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ambos casos reavivan el debate sobre el papel de los jueces federales y la necesidad de una reforma judicial en México.
