Células criminales disputan el control de al menos siete poliductos de Pemex, que conectan las refinerías de Tula y Salamanca y atraviesan Guanajuato y Querétaro, agravando la ordeña de combustible y la violencia en la región.
En Guanajuato, los puntos de extracción ilegal aumentaron un 51% en lo que va del año, pasando de 408 a 616, mientras que en Querétaro el incremento fue del 62%, subiendo de 288 a 467 tomas clandestinas, según datos de Pemex. Estos ductos abastecen importantes Terminales de Almacenamiento y Reparto en ciudades como Celaya, Querétaro, y San Juan del Río.
La disputa por la ordeña involucra al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel de Palmillas, liderado por Salvador Reséndiz, alias “El Rex”. La lucha por el control de los ductos y la venta ilegal de gasolina ha derivado en enfrentamientos y masacres en municipios clave como San Juan del Río, Zimapán y Polotitlán.
Escalada de Violencia
El 9 de enero, los cuerpos de nueve personas fueron hallados cerca de un ducto de Pemex en San Juan del Río, en lo que las autoridades atribuyen a la confrontación entre células delictivas. En noviembre, Querétaro fue escenario de nuevos episodios violentos, incluyendo el asesinato de 10 personas en el bar “Los Cantaritos,” vinculado a la disputa entre el CSRL y el CJNG.
Además, narcomantas atribuidas al CJNG han aparecido en varios municipios de Querétaro, enviando mensajes intimidantes a otros grupos criminales.
Impacto Regional
El conflicto no solo incrementa la violencia, sino que también afecta la seguridad de los ductos de Pemex, cuyo robo de combustible es un negocio multimillonario. Autoridades locales y federales enfrentan el desafío de contener el avance de estas organizaciones en una región estratégica para la distribución de hidrocarburos en el país.
