La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en México sigue avanzando en la agenda legislativa y podría aprobarse en 2025. La reforma busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, alineando la Ley Federal del Trabajo con estándares internacionales, ya que actualmente México tiene una de las jornadas más largas entre los países de la OCDE.
Diferentes iniciativas han sido presentadas en la Cámara de Diputados, incluyendo una del Partido Verde Ecologista, y todas coinciden en establecer dos días de descanso obligatorios. Sin embargo, la implementación escalonada parece ser la opción con mayor respaldo.
El sector empresarial ha manifestado preocupaciones sobre los posibles efectos económicos, mientras que los defensores de la reforma argumentan que reducir la jornada mejorará el bienestar de los trabajadores, disminuyendo el estrés y favoreciendo la conciliación entre la vida personal y laboral. Además, estudios indican que una menor carga horaria podría aumentar la productividad y reducir el ausentismo.
Desde una perspectiva económica, la reforma podría estimular el consumo y fomentar la generación de empleo, al requerir nuevas contrataciones para cubrir las horas laborales reducidas. También haría a México más competitivo y atractivo para la inversión extranjera.
A medida que el debate avanza, crece la expectativa sobre los beneficios y desafíos que esta reforma podría traer para millones de trabajadores en el país.
