La Casa Blanca advirtió que los cárteles de la droga están “sobre aviso” y amenazó con “abrir las puertas del infierno” contra ellos, en un endurecimiento de la política de seguridad fronteriza del presidente estadounidense Donald Trump.
El consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, destacó la cooperación con el Ejército Mexicano en patrullajes conjuntos con agencias de seguridad de Estados Unidos, enfatizando que sin una frontera segura, no hay soberanía. Además, el gobierno estadounidense designó como organizaciones terroristas a seis cárteles mexicanos, entre ellos el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Ante estas declaraciones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró que su gobierno no aceptará injerencias extranjeras y que la colaboración será en coordinación, no subordinación. Sheinbaum ordenó el despliegue de 10 mil soldados en la frontera y enfatizó que México no negociará su soberanía.
En medio de este panorama tenso, Trump y Sheinbaum sostuvieron una conversación telefónica, donde el republicano elogió a la mandataria mexicana y destacó su enfoque en campañas de prevención del consumo de drogas como parte de la estrategia bilateral contra el narcotráfico.