Por: Nicole Rodríguez
Fotografías y Video: Will Muñoz y Ricardo Acosta
Una vida de inspiración. Su historia, tejida con resiliencia, demuestra que la cocina no sólo alimenta cuerpos, sino también sueños.
En el vibrante escenario gastronómico de Querétaro, la chef Paty Castillo, líder de Santa Fortuna, un referente culinario que ha conquistado paladares con autenticidad y creatividad, nos platica dónde comenzó su viaje.
Inició en Tijuana, donde la familia Plascencia de Grupo Plascencia, le abrieron las puertas y la ayudaron en su crecimiento profesional, su perseverancia la llevó a trabajar 11 años en este restaurante, donde pulió su sazón y resistencia. En 2007, se sumó al proyecto gastronómico de Grupo Pasta en Guadalajara y Querétaro como chef corporativo; con toda esta experiencia y conocimiento que Paty obtuvo de estos dos grandes grupos reconocidos nacionalmente, la chef tuvo todas las herramientas para cofundar Santa Fortuna Querétaro en 2019. “Queríamos un espacio acogedor, con alma”, explica. Hoy, este restaurante es un ícono que celebra la cocina mexicana con toques innovadores, siempre arraigados en sus raíces.
Paty vivió de cerca la exclusión de género: “Me relegaban a ensaladas y postres. Decían: ‘El fuego no es para mujeres’”. Aun así, convirtió cada obstáculo en una motivación. Su lucha refleja un cambio generacional: “Ahora hay más oportunidades, pero seguimos cargando responsabilidades dobles: ser chef, madre y líder”.
Para Paty, la magia culinaria nace de lo cotidiano: “No necesitas recetas complicadas. Abre tu refrigerador y crea”. Inspirada por su abuela, quien le enseñó que “el sazón está en las manos”, fusiona técnicas tradicionales con ingredientes locales. “En Querétaro redescubrí sabores. Cada platillo cuenta una historia”, dice con orgullo.
El mensaje que la Chef Paty les comparte a las jóvenes chefs es: “Encuentren su pasión. Si amas hacer pan, sé la mejor”. Destacando la importancia de capacitarse con cursos especializados y redes de apoyo: “Hoy hay herramientas para emprender. ¡Aprovechen y disfruten el proceso!”.
Madre de dos hijos, Paty equilibra su rol con humor y amor. “Mis hijos son mis críticos más honestos”, bromea. Su secreto es integrar la cocina en su vida: “En casa, cocinar es un acto de amor. ¡Hasta mis vecinos piden probar!”.
