Por: Mariana Hernández
Fotografías y Video: Will Muñoz y Ricardo Acosta
Lety Rubio encarna la tenacidad de las mujeres que transforman realidades desde trincheras adversas. Su trayectoria —entre logros, derrotas y reinvenciones— no solo inspira, sino que refuerza la urgencia de incluir más voces femeninas en la toma de decisiones. Como ella dice: “Abrimos brecha no para nosotras, sino para quienes vienen detrás”.
Lety Rubio, una figura política queretana cuyo compromiso con la justicia social y la transparencia la ha convertido en un referente de liderazgo femenino. Desde su incursión en la política a los 15 años hasta su labor legislativa, Lety comparte su trayectoria, retos y su visión para empoderar a las nuevas generaciones.
Originaria de Ezequiel Montes, Lety recuerda su fascinación por la política desde niña: “En las elecciones de 1994, le pedía a mi papá que votara por el ‘señor barbón’”. A los 15 años, sin antecedentes familiares en el ámbito, se unió a los juveniles del PAN. “Entré por curiosidad, pero descubrí mi pasión por servir”, confiesa. Su primer gran salto fue en 2015, cuando aprovechó las leyes de paridad para candidatearse como diputada local: “Sabía que era una oportunidad para abrir brecha a otras mujeres del semidesierto”.
En tres legislaturas, Rubio impulsó iniciativas transformadoras. Destaca la Ley de Firma Electrónica, que simplificó trámites para comunidades rurales: “Imagina viajar horas solo por un documento faltante. Esto cambió vidas”. También promovió el tamiz ocular y auditivo neonatal, previniendo discapacidades en recién nacidos: “Salvar la vista o audición de un niño es invaluable”. Como primera presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Querétaro, rompió barreras geográficas y de género: “Mostré que las mujeres del semidesierto tenemos capacidad para liderar”.
En las elecciones recientes, Lety enfrentó una pérdida inesperada: “Ganaba por 700 votos, pero irregularidades en una casilla revirtieron el resultado”. Aunque cuestionó legalmente las anomalías —como votación domiciliaria ilegal—, aceptó el fallo: “Confío en las instituciones, pero esto marca un precedente para futuras elecciones”. Hoy, desde la iniciativa privada, combina negocios con apoyo comunitario: “Visito comunidades semanalmente. La política no se ejerce solo desde un cargo”.
Lety reconoce avances gracias a las cuotas de género, pero insiste en que falta camino: “En ayuntamientos, aún predominan hombres. Necesitamos más espacios sin necesidad de leyes que nos ‘protejan’”. Para las jóvenes, su consejo es claro: “Prepárense y fortalezcan su resistencia. Seremos cuestionadas más que los hombres, pero cada logro allana el camino para otras”.
Actualmente, Rubio explora crear una fundación enfocada en salud y vivienda para el semidesierto. “Hay carencias profundas. Quiero sumar esfuerzos para atenderlas”, afirma. Su historia es un llamado a persistir: “La política es servicio. Si tropiezas, levántate y sigue. Nuestra lucha es por un México más justo”.