Por César Arreola
En aquel entonces, Venustiano Carranza, encabezando la Revolución Mexicana, fue proclamado presidente y líder constitucionalista, a principios del año 1916, determino como Capital de la República Mexicana a Querétaro de acuerdo con los atributos de nuestra hermosa ciudad, especialmente por su ubicación histórica con el cruce de los caminos de la patria y la excelente comunicación con la Ciudad de México, el bajío y el norte, gracias al sistema ferroviario, según el constituyente Bojórquez influido por sus construcciones coloniales y sus bien cuidadas plazas y jardines. El decreto como capital solo duro un año, debido a la complicación de trasladar a los Poderes y teniendo en cuenta que una capital, también es el centro intelectual y financiero de la nación y en aquel tiempo solo había un aproximado de 88,000 habitantes.
