El diputado local por Morena, Eric Silva Hernández, acusó a la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso de Querétaro de mantener paralizada la actividad legislativa, responsabilizando directamente a su presidente, el panista Guillermo Vega Guerrero, por tomar decisiones de manera unilateral y sin convocar a sesiones formales de trabajo con los demás integrantes.
“La realidad es que, hasta donde yo sé, nunca ha sesionado la JUCOPO. Las decisiones se toman de forma unilateral por la presidencia, y aunque habrá partidos que estén de acuerdo con ello, nosotros no vamos a dejar de exhortar a que se tomen en cuenta a todas las fuerzas políticas”, señaló Silva Hernández, al destacar la falta de avance en las iniciativas presentadas por su bancada.
El legislador morenista aseguró que la Legislatura se encuentra detenida, sin resultados claros a pesar del presupuesto asignado, y afirmó que esta situación es consecuencia directa del control que ejerce el Partido Acción Nacional sobre los órganos de decisión del Congreso local.
En respuesta a los señalamientos previos de Guillermo Vega, quien aseguró que la JUCOPO trabaja con normalidad y negó una supuesta parálisis legislativa, Silva Hernández insistió en que el PAN mantiene acaparados espacios clave como la Mesa Directiva y la Secretaría de Servicios Parlamentarios, lo que —dijo— limita el trabajo de las demás fuerzas políticas.
“Sea cual sea el órgano al que se le quiera atribuir la responsabilidad de esta parálisis, todos están en manos del PAN”, subrayó el legislador.
Asimismo, recordó que su grupo parlamentario ha presentado una cantidad considerable de iniciativas que no han sido discutidas ni turnadas a comisiones, a diferencia de aquellas promovidas por el Poder Ejecutivo u otros actores cercanos al oficialismo, que sí avanzan con rapidez en el proceso legislativo.
Finalmente, criticó que la actual distribución de facultades —derivada de una reforma previa a la Ley Orgánica del Congreso— permite que la Secretaría de Servicios Parlamentarios determine los tiempos y el destino de las iniciativas, generando, a su juicio, un “secuestro institucional” que impide un trabajo parlamentario equilibrado y plural.
