Con la llegada de los frentes fríos y el inicio de las festividades decembrinas, el apetito por antojos invernales se intensifica. En Querétaro, no hay mejor lugar para satisfacerlos que la emblemática calle Arteaga, en el Centro Histórico, conocida por su oferta de tamales y atoles.
En esta calle, la tradición se respira en cada esquina. Negocios familiares con hasta 50 años de historia preparan tamales en versiones dulces y saladas, acompañados del atole perfecto para combatir el frío. Desde el clásico de rajas hasta el de piña, y el atole de vainilla o chocolate, hay opciones para todos los gustos.
Después de disfrutar este manjar, puedes recorrer el Centro Histórico y descubrir todo lo que esta mágica zona tiene por ofrecer, desde su arquitectura hasta sus coloridos callejones.
Así que esta temporada, deja que la calle Arteaga se convierta en tu destino favorito para disfrutar de los sabores que nos recuerdan el calor de hogar y tradición. ¿La dieta? Esa empieza en enero.