En el año y medio que ha supuesto un periodo de recuperación tras los primeros cierres por la pandemia, los productos agrícolas se han encarecido 19 por ciento en promedio. En particular, los granos básicos como maíz y trigo, que se han incrementado 15 y 24 por ciento, respectivamente, de acuerdo con datos del Banco Mundial (BM).
En este entorno, el organismo ha advertido que en el caso de América Latina se requieren medidas urgentes, no solo para garantizar el suministro hacia familias de la región, pues hay países donde más de 30 por ciento de la población ha reducido su consumo de alimentos por menor poder adquisitivo, sino invertir en el sector agropecuario para mantener su exportación a otros países.

“Los efectos de la crisis mundial del precio de los alimentos son significativos y van más allá de su impacto regional. Dado que Latinoamérica es la mayor exportadora neta de alimentos del mundo, cualquier impacto a sus sistemas agroalimentarios tendrá repercusiones en todo el planeta”, reportó el organismo.
El Banco Mundial exhibe que desde el año pasado los precios de los alimentos iban al alza, y ahora se dispararon con la crisis en Ucrania. Entre los países de América, México destaca con la mayor inflación real de alimentos, junto a Paraguay, Colombia y Surinam, reporta el organismo.

