Luis R. Conriquez cumplió su promesa de no interpretar corridos, pero su decisión desató la furia del público en el Palenque de Texcoco. Entre abucheos, vasos lanzados y gritos, el cantante abandonó el escenario, lo que desencadenó destrozos: sillas volaron y se destruyeron instrumentos. “No va a haber corridos en los eventos de aquí pa’ delante”, advirtió antes del show, donde reiteró su postura ante una audiencia que no lo perdonó.
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