Este 5 de marzo se cumplen tres años del trágico episodio de violencia en el Estadio Corregidora de Querétaro, donde una riña entre barras de Gallos Blancos y Atlas dejó un saldo de decenas de heridos y marcó un antes y un después en el fútbol mexicano.
Las imágenes del 5M traspasaron fronteras, mostrando la crudeza de un enfrentamiento que dejó más de 30 lesionados, 1,700 testigos presenciales y 350 detenidos por tentativa de homicidio y lesiones, quienes hoy han cumplido sus respectivas sanciones.
El Estadio Corregidora ha vuelto a la normalidad tras las sanciones impuestas por las autoridades y la Federación Mexicana de Fútbol, que incluyeron la inhabilitación temporal del recinto, partidos a puerta cerrada y la prohibición de asistencia de barras.
A tres años del incidente, no hay nada que celebrar, pero el 5M sigue en la memoria de la afición como un recordatorio de la necesidad de erradicar la violencia en los estadios y priorizar la seguridad en el deporte.