Este domingo 10 de noviembre, el Partido Acción Nacional (PAN) celebrará una jornada crucial para definir su nueva dirigencia, un evento que va más allá de un simple relevo de liderazgo. Los aspirantes, Jorge Romero Herrera y Adriana Dávila Fernández, se presentan con estilos y equipos que representan enfoques distintos, pero comparten el reto urgente de revitalizar al partido en un contexto donde el PAN ha perdido terreno frente al oficialismo de Morena. La figura que gane no solo asumirá el control del partido el 19 de noviembre, sino que se convertirá en el pilar estratégico para las elecciones intermedias y presidenciales de 2023.
Con el desgaste de los partidos históricos, incluyendo a sus aliados del PRI y el extinto PRD, la renovación del PAN se percibe como un desafío ineludible. Sin embargo, los equipos que acompañan a ambos candidatos muestran una mezcla de figuras tradicionales, lo que levanta cuestionamientos sobre su capacidad para lograr un cambio de fondo. Mientras Romero se rodea de nombres como Santiago Taboada y Eduardo Rivera, Dávila cuenta con figuras experimentadas como Lydia Madero y Tere García de Madero, todos con trayectorias de peso pero también con visiones políticas ancladas en los años dorados del partido.
Aun así, el PAN necesita un liderazgo que vaya más allá de la continuidad de nombres conocidos. El desafío de cualquiera de los ganadores será reconstruir la narrativa del partido y, sobre todo, reconectar con los sectores sociales que el oficialismo ha captado con su discurso de transformación. La dirigencia que asuma tendrá que decidir entre el camino de la autocrítica y la reinvención o el de una oposición basada en confrontaciones de rutina que, como se ha visto en los últimos años, ha resultado ineficaz.
Si el PAN quiere consolidarse como una oposición significativa para las elecciones venideras, no basta con elegir a un líder o lideresa; es esencial que se geste una renovación auténtica en su visión política, capaz de recuperar la confianza de un electorado que pide alternativas reales.