El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos contra cuatro hijos del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y otros 24 miembros por dirigir una operación de tráfico de fentanilo alimentada por empresas químicas y farmacéuticas chinas. El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, calificó esta operación como la mayor, más violenta y más prolífica del mundo en su tipo. Los cuatro hijos de Guzmán se encuentran entre los acusados, Iván Guzmán Salazar, Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, quienes enfrentan cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero y crímenes violentos a gran escala.
Anne Milgram, jefa de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), afirmó que los acusados sabían que estaban envenenando y matando a estadounidenses, pero su codicia no tenía límites. El hijo de “El Chapo”, Ovidio Guzmán López, también enfrenta cargos por tráfico de fentanilo desde su detención el 5 de enero. Este hecho es parte de un ataque más amplio del Departamento de Justicia contra el cártel de Sinaloa, los comerciantes de precursores químicos chinos y un intermediario en Guatemala.