Según la Fiscalía de Morelos, Ariadna murió por una broncoaspiración estando bajo una intoxicación etílica, sin embargo, la Fiscalía de la Ciudad de México daba a conocer que, realmente, la joven falleció por un traumatismo craneoencefálico, provocado por un trauma torácico y por varios golpes en el cuerpo.
Es por ello que la Fiscalía General de la República (FGR) estableció que la versión de la Fiscalía capitalina es correcta, mientras que la de la Fiscalía de Morelos carece de veracidad, debido a las lesiones externas e internas, además de la cronología del fallecimiento.

Debido a que el crimen se cometió en territorio de la CDMX, el procedimiento penal por posible feminicidio debe continuar en manos de las autoridades de la Ciudad de México.