Ubicada en el Centro Histórico de Querétaro, La Casa del Inquisidor es una casona envuelta en misterio y supersticiones. Se dice que fue sede de la Santa Inquisición, debido al hallazgo de instrumentos de tortura en su interior, además de haber sido habitada por Juan Caballero y Osío, personaje vinculado a la corte inquisitorial.
A pesar de su valor histórico y arquitectónico, el inmueble sigue deshabitado. Desde hace tiempo está en venta por más de 60 millones de pesos, pero cada vez que un comprador se interesa, algo inexplicable impide que la transacción se concrete.
La casona, ubicada en Próspero C. Vega esquina con 15 de mayo, luce deteriorada y sin vida, pero en su interior esconde patios, jardines, habitaciones, túneles y un torreón. En los túneles, según la leyenda, se encontraron dos esqueletos abrazados, lo que refuerza los relatos de actividad paranormal.
Aunque algunos creen que los instrumentos de tortura fueron colocados para alimentar la leyenda, la historia de la Casa del Inquisidor sigue intrigando a los queretanos, manteniéndola como uno de los lugares más enigmáticos de la ciudad.