A pesar de las protestas de empresarios y sindicatos, Morena en el Senado aprobó la polémica reforma al Infonavit, que permitirá la creación de una empresa filial encargada de administrar los 2.1 billones de pesos de ahorros de los trabajadores para la construcción de viviendas de entre 40 y 60 metros cuadrados.
El dictamen fue avalado en lo general con 71 votos a favor, 36 en contra y dos abstenciones, mientras que en lo particular se aprobó con 67 votos a favor y 35 en contra, sin aceptar ninguna de las reservas presentadas.
Desde la oposición, legisladores calificaron la reforma como «el atraco del milenio» y advirtieron que la nueva empresa abre la puerta a actos de corrupción, señalando además la presencia de Alejandro Murat, exdirector del Infonavit, ahora en Morena, quien fue acusado en el pasado de irregularidades en el instituto.
Por su parte, Morena defendió la iniciativa asegurando que la Auditoría Superior de la Federación mantendrá su función fiscalizadora y que el objetivo es facilitar el acceso a la vivienda social. Sin embargo, legisladores del PAN y PRI insistieron en que la medida representa un riesgo para el patrimonio de los trabajadores y exigieron sanciones para exfuncionarios señalados por corrupción.
