El vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Luis Alberto Vega Ricoy, señaló que en Querétaro hace falta infraestructura hidráulica, como presas y bordos, que permita captar un mayor volumen de agua de lluvia, especialmente tras las precipitaciones registradas recientemente en la zona metropolitana.
El funcionario informó que la presa de Zimapán se encuentra al 98% de su capacidad, mientras que el bordo Benito Juárez, que había superado el 100%, fue desfogado hasta estabilizarse en menos del 50%. Otros cuerpos de agua, como los bordos de Tlacote, Mompaní y El Nabo, también alcanzaron su límite máximo, aunque actualmente ya se encuentran en niveles controlados.
“Nos faltan presas en Querétaro, es una realidad. Eso hay que trabajarlo también. Ahora que veamos al director de Conagua hay que platicarlo”, afirmó Vega Ricoy, al destacar que la carencia de infraestructura provoca que el agua desfogada se dirija hacia Guanajuato y, posteriormente, al Lago de Chapala, en Jalisco.
El titular de la CEA recordó que la construcción de presas corresponde exclusivamente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), organismo que regula la retención legal de agua en el país. “Nadie puede retener legalmente agua sin el permiso de Conagua. Las presas las controla Conagua”, subrayó.
Agregó que los bordos existentes en la entidad tienen como función principal mitigar riesgos de inundación, pero no cuentan con capacidad suficiente para almacenar agua a gran escala. Además, señaló que en la zona metropolitana es complicado plantear la construcción de nuevas presas debido a la falta de espacio para crear cuerpos de agua de gran dimensión.
