El Palacio de Bellas Artes se convirtió en escenario de un emotivo homenaje póstumo a la actriz Silvia Pinal, quien fue recibida con aplausos en la entrada del recinto cultural, mientras su féretro era acompañado por sus hijos Silvia Pasquel, Alejandra, y Luis Enrique Guzmán, quienes montaron la primera guardia de honor.
Un ensamble de canto del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBAL) acompañaba la llegada de los asistentes, quienes portaban rehiletes blancos en sus manos como símbolo de respeto. La carroza con el cuerpo de Pinal fue recibida con un fuerte aplauso, marcando el inicio del homenaje a una de las figuras más importantes del cine mexicano.
El espacio estaba decorado con numerosas coronas fúnebres, entre ellas una que destacaba con el nombre del cantante Luis Miguel. Frente al ataúd, se colocó una imagen de la actriz en su juventud, mientras sus nietas se tomaban de las manos y se abrazaban, en un gesto de apoyo mutuo.
En una conferencia previa al evento, la familia de la actriz solicitó a los medios de comunicación que respetaran el duelo familiar. Silvia Pasquel, hija de la actriz, pidió comprensión en estos momentos difíciles, enfatizando que aunque muchos estaban allí por la gran diva del cine, ellos estaban presentes como hijos que perdieron a su madre.