Aproximadamente 63 soldados rusos perdieron la vida tras un ataque ucraniano contra una instalación en la región oriental de Donetsk, sitio en donde se encontraba personal militar estacionado, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
El ataque ucraniano consistió en el lanzamiento de seis cohetes desde un sistema de lanzamiento HIMARS, dos de ellos fueron derribados, en dicho ataque destaca un arma de precisión suministrada por Estados Unidos. Hasta el momento, el ejército ucraniano no ha confirmado directamente el ataque, pero lo ha reconocido tácitamente.