La presidenta Claudia Sheinbaum respondió al rechazo de China por la propuesta mexicana de elevar aranceles hasta un 50 por ciento a las importaciones de autos ligeros y otros productos. Aclaró que no se trata de medidas coercitivas contra una nación en particular, sino de una política aplicada a todos los países con los que México no tiene acuerdos de libre comercio.
“Primero, no son medidas de coerción y no son contra China, eso es muy importante… son decisiones que tomamos para todos aquellos países con los que no tenemos acuerdo comercial, entonces no estamos violando ninguna norma internacional. El objetivo es fortalecer la economía mexicana”, señaló en su conferencia mañanera.
La mandataria dijo que México mantiene buena relación con China y que habrá disposición al diálogo. Recordó que ya hubo pláticas con autoridades del gigante asiático y adelantó que la próxima semana continuará la negociación. También informó que Corea del Sur pidió un espacio de conversaciones.
Sheinbaum descartó que estas medidas afecten el intercambio comercial, al asegurar que México exporta muy poco a los países implicados y que los aranceles no aplicarán a todos los productos, sino a sectores estratégicos como el automotriz, textil y de vestimenta.
La iniciativa, presentada por la Secretaría de Economía, plantea gravámenes de hasta 50 por ciento para países sin acuerdos comerciales con México, incluidos China, Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía.
El Gobierno argumenta que la medida busca proteger la producción nacional, en un contexto de presiones comerciales de Estados Unidos.
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