La situación económica de México está atravesando un momento crítico que no podemos ignorar. La proyección de la Secretaría de Hacienda indica que, para 2024, la deuda pública podría alcanzar el 49.7% del Producto Interno Bruto (PIB), marcando el nivel más alto en los últimos cuatro años. Una cifra alarmante que refleja un aumento de 2.9 puntos porcentuales en comparación con el cierre de 2023.
El saldo de la deuda neta del Sector Público Federal está ya en 16 billones 405 mil millones de pesos. Esto equivale a un 50.2% del PIB, la cifra más elevada en más de dos décadas, con excepción del año 2022. Y como si la situación no fuera lo suficientemente complicada, el costo financiero de dicha deuda se mantiene por debajo de lo previsto, un resultado meritocrático en un entorno de crecientes restricciones financieras.
La Secretaría de Hacienda ha tomado medidas para mitigar los efectos de esta situación. Se decidió no realizar colocaciones en mercados externos durante julio y llevar a cabo un vencimiento anticipado de un bono, lo que ha reducido la deuda externa y generado un poco de flexibilidad para la próxima administración. Sin embargo, el déficit presupuestario, que se sitúa en 894 mil millones de pesos, aún plantea una preocupación considerable.
Es imprescindible que como ciudadanos estemos informados y conscientes de cómo estas cifras afectan nuestro futuro. La deuda no solo es un número, es una carga que tendremos que enfrentar, y entender su impacto es crucial para poder participar activamente en la creación de soluciones.
¿Te parece importante que discutamos sobre la sostenibilidad de nuestra deuda pública? Te invitamos a reflexionar y a compartir tus pensamientos sobre cómo podemos involucrarnos en esta problemática que afecta a todos. Tu opinión cuenta y es el momento de alzar la voz. Juntos, podemos buscar respuestas y exigir transparencia a nuestros representantes.
