La propuesta de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para regular el intercambio de cilindros de gas LP ha encendido las alarmas entre millones de hogares mexicanos. Si bien la intención es mejorar la seguridad, expertos advierten que esta medida podría generar más inconvenientes que beneficios para los consumidores.
De aprobarse esta normativa, los usuarios se verían obligados a comprar gas exclusivamente a la empresa propietaria del cilindro, limitando su libertad para elegir entre diferentes proveedores según el precio o la calidad del servicio. Esta situación podría resultar en un aumento de costos y una disminución en la calidad del servicio para muchos mexicanos.
Además, considerando que muchas familias mexicanas utilizan el gas LP hasta la última gota, la nueva regulación podría generar situaciones de emergencia. Al quedar sin gas, los consumidores tendrían que esperar al proveedor específico del cilindro, lo que podría dificultar actividades básicas como cocinar o calentar agua.