Este martes, una serie de explosiones de buscapersonas dejó al menos ocho personas heridas en el sur de Líbano y en los suburbios de Beirut, incluyendo al embajador iraní Mojtaba Amanim. Medios locales indican que más de 2800 personas, supuestos miembros de Hizbulá, resultaron afectadas por las detonaciones. Según reportes, Israel habría infiltrado los sistemas de comunicación de los dispositivos, activándolos de manera remota.
Hizbulá confirmó que las explosiones ocurrieron en los buscapersonas utilizados por sus miembros, causando la muerte de tres personas, entre ellos una menor de edad. Las investigaciones preliminares señalan que los dispositivos, introducidos recientemente, fueron detonados tras recibir llamadas de pocos segundos, con el objetivo de maximizar los daños.
Hasta el momento, Israel no ha asumido la responsabilidad de los ataques, mientras que el número de víctimas continúa en aumento conforme se recaba más información. Algunos testigos aseguran que lograron desechar los dispositivos al sentir que se calentaban antes de explotar.