La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, criticó duramente las leyes restrictivas sobre el aborto, tras la muerte de Amber Thurman, una joven de 28 años que falleció en agosto de 2022 por complicaciones después de tomar una píldora abortiva. Thurman no recibió la atención médica adecuada a tiempo, un hecho que una comisión oficial de Georgia calificó como «evitable».
Harris, también candidata demócrata en las próximas elecciones, lamentó que Thurman, madre de un hijo, haya tenido que viajar fuera de su estado para interrumpir su embarazo. Denunció que las leyes impuestas por gobiernos conservadores, como el de Georgia, han impedido que las mujeres reciban cuidados esenciales, incluso cuando su vida está en peligro.
La muerte de Thurman ha reavivado el debate sobre el acceso al aborto, especialmente después de que la Corte Suprema devolviera a los estados la potestad para legislar sobre el tema. Harris advirtió que, de continuar estas políticas restrictivas, más mujeres podrían enfrentar riesgos fatales.