Este lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron fuertes ataques contra objetivos de Hezbollah en Líbano, tras pedir a los civiles que evacúen las zonas controladas por el grupo respaldado por Irán. Según el Ministerio de Salud libanés, hasta el momento se han reportado 274 muertos y 1,024 heridos. Estos bombardeos representan el mayor alcance geográfico de Israel en Líbano desde que comenzó el conflicto en Gaza, y son los más fuertes contra Hezbollah desde la guerra de 2006.
Hezbollah ha respondido con algunos de sus ataques más profundos dentro de Israel en décadas, lo que incrementa el temor de una expansión del conflicto. El segundo al mando de Hezbollah declaró que «una batalla sin límites» ha comenzado, mientras que Israel se prepara para extender sus operaciones hacia el este de Líbano, llevando el conflicto más allá del sur del país.
En medio de esta escalada, Estados Unidos ha decidido enviar un «pequeño número» de soldados a Medio Oriente para reforzar las tropas que ya se encuentran en la región, según informó el Departamento de Defensa. Esta medida busca aumentar la preparación militar ante la intensificación del conflicto entre Israel y Hezbollah.