Tres autobuses con aproximadamente 65 mexicanos repatriados de Estados Unidos arribaron esta mañana a Matamoros, Tamaulipas, en medio de temperaturas cercanas a los cero grados centígrados. Este es el primer grupo deportado tras la asunción del presidente Donald Trump, quien inició su mandato con la firma de órdenes ejecutivas que endurecen las políticas migratorias en la frontera sur.
El Instituto Nacional de Migración (INM) recibió a los repatriados, algunos de los cuales permanecieron en las instalaciones del instituto, mientras otros fueron trasladados a albergues habilitados para enfrentar la contingencia por frío.
Entre las medidas anunciadas por Trump se encuentra la restauración del programa «Quédate en México,» que obliga a migrantes de terceros países a permanecer en territorio mexicano mientras sus solicitudes de asilo son procesadas en Estados Unidos. Además, se declaró una emergencia nacional en la frontera sur, lo que permitirá el despliegue de militares, la construcción de barreras físicas adicionales y un mayor control para evitar el ingreso no autorizado de migrantes.
Estas acciones reflejan la visión de Trump sobre la migración como una «vergonzante invasión,» lo que ha generado preocupación en ambos lados de la frontera. Mientras tanto, autoridades mexicanas trabajan para garantizar un retorno digno a los connacionales afectados.
