Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, la deuda pública ha alcanzado niveles sin precedentes, situándose en 6.6 billones de pesos (BDP), lo que representa el mayor incremento en la historia reciente del país. Este aumento en la deuda ha generado preocupaciones entre los especialistas, quienes advierten que la próxima administración enfrentará grandes retos financieros, ya que los fondos de estabilización no serán suficientes para enfrentar una posible crisis externa.
De acuerdo con analistas financieros, este incremento masivo de la deuda pondrá a México en una posición vulnerable ante las calificadoras internacionales. Según el economista en jefe de Citibanamex, Adrián Medina, se estima que para el cierre de este año, la deuda pública alcanzará el 51.2% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significará rebasar el límite del 50% que es considerado una barrera psicológica en la economía. A medida que nos acercamos al final de este sexenio, los expertos prevén que la deuda pública seguirá aumentando en los próximos años.
Para el 2024, la Secretaría de Hacienda prevé que la deuda continúe en aumento, alcanzando una proporción del 52.2% respecto al PIB. Este escenario deja pocas opciones para la siguiente administración, que deberá encontrar nuevas formas de estabilizar las finanzas públicas del país. El director de Ecobi, John Soldevilla, ha señalado que el crecimiento de la deuda podría extenderse más allá del 2026, con expectativas de que la deuda alcance el 55% del PIB en ese año, una cifra alarmante que podría afectar la estabilidad económica del país a largo plazo.