La ONU ha expresado su profunda preocupación por la reforma que el Senado mexicano planea aprobar, la cual transferiría el control de la Guardia Nacional al Ejército. Especialistas de las Naciones Unidas advierten que esta militarización podría incrementar el riesgo de abusos a los derechos humanos en México, como tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. La Guardia Nacional, creada en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador bajo la promesa de un mando civil, enfrenta un futuro incierto si la modificación constitucional se lleva a cabo.
El pronunciamiento de la ONU indica que, de ser aprobada, la reforma asignaría permanentemente funciones de seguridad pública a las Fuerzas Armadas. Este cambio es alarmante, ya que podría llevar a un aumento en las desapariciones forzadas y a una mayor impunidad. La iniciativa, que ya recibió el respaldo de la Cámara de Diputados, también modifica el artículo 129 de la Constitución, ampliando así las atribuciones de las Fuerzas Armadas en la vida civil del país.
A pesar de las críticas, el presidente López Obrador ha rechazado las acusaciones de que la reforma fomenta el militarismo y la represión, insistiendo en que se trata de una medida para mejorar la seguridad. Sin embargo, la ONU recuerda que miembros de las Fuerzas Armadas han sido acusados en el pasado de violaciones a los derechos humanos, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro del control civil en la seguridad pública.