Querétaro, ciudad de leyendas e historias que se susurran en las noches oscuras. Hoy te revelamos un secreto escalofriante que se esconde tras la fachada de una de sus casonas coloniales: la leyenda de Don Bartolo.
Prepárate para descubrir un relato de ambición, pactos demoníacos y un final tan trágico que aún hoy en día hace temblar a los queretanos.
Un hombre misterioso con una fortuna sospechosa
Corría el siglo XVII cuando Don Bartolo, un hombre de origen español, llegó a Querétaro con una sola posesión: su hermana. En poco tiempo, amasó una inmensa fortuna, construyó una lujosa casa y se convirtió en uno de los hombres más poderosos de la ciudad.
Pero su repentina riqueza despertó sospechas entre los habitantes. ¿Cómo un hombre sin recursos había logrado tanto en tan poco tiempo? La respuesta, según la leyenda, se encontraba en un oscuro pacto con el mismísimo diablo.
El pacto con el diablo
Se dice que Don Bartolo, desesperado por salir de la pobreza y asegurar el bienestar de su hermana, invocó al demonio en un ritual prohibido. A cambio de su alma, obtuvo riquezas, poder y la promesa de que su hermana jamás lo abandonaría.
Con el paso del tiempo, Don Bartolo se convirtió en un prestamista despiadado, acumulando aún más fortuna a costa de la desgracia ajena. Su casa se convirtió en un lugar de excesos y orgías, donde se celebraban fiestas decadentes que escandalizaban a la sociedad queretana.
Un final infernal
Pero el pacto con el diablo tenía un precio. La noche del 20 de mayo de 1701, cuando se cumplía el plazo acordado, una tormenta azotó la ciudad. Relámpagos iluminaron el cielo y un fuerte olor a azufre invadió las calles.
En el interior de la casa, Don Bartolo se retorcía de dolor, consumido por las llamas del infierno. Sus gritos de agonía se escucharon por toda la ciudad, mientras su cuerpo se convertía en cenizas.
La casa maldita
Desde aquella noche, la casa de Don Bartolo quedó marcada por la tragedia. Se dice que el alma del hombre atormentado aún vaga por sus habitaciones, buscando liberarse del pacto infernal.
Los vecinos cuentan historias de ruidos extraños, sombras que se mueven en la oscuridad y una sensación de opresión que invade a quienes se atreven a acercarse. Algunos aseguran haber visto al propio Don Bartolo, con su rostro desfigurado por el fuego, deambulando por los pasillos.
¿Te atreves a desafiar la maldición?
Hoy en día, la casa de Don Bartolo se mantiene en pie, como un recordatorio de la ambición desmedida y las consecuencias de pactar con el mal. Si te atreves a visitarla, prepárate para sentir la presencia del hombre que vendió su alma al diablo.