En la misma conferencia, AMLO compartió datos alentadores sobre la situación hídrica en el país, informando que la mitad de las presas nacionales se encuentran al 70% de su capacidad. Este dato es especialmente relevante considerando que muchas regiones de México han enfrentado períodos prolongados de sequía, afectando tanto a la población como a las actividades productivas.
El aumento en la capacidad de las presas es una señal positiva de que las condiciones están mejorando, lo que podría traducirse en un alivio significativo para las comunidades más afectadas. Además, esta situación abre la puerta a una mejor planificación y gestión de los recursos hídricos en el futuro cercano, algo que el gobierno ha señalado como una prioridad. La mejora en la disponibilidad de agua es un paso importante hacia la recuperación y estabilidad de las regiones que han sufrido por la falta de este recurso esencial.