Por Erika Herrera.
¿Quién soy?, creo que esta pregunta es un tanto subjetiva, así que me presentare y contare un poco de mi historia. Soy Erika Herrera, hace 20 años llegué al estado de Querétaro, con dos menores de edad, uno de 3 años y una bebé de 1, una maleta y un sueño, sólo que en ese momento no sabía cuál era, honestamente, no sabía que hacer. En el camino me fui encontrando a personas muy valiosas puesto que, sin conocerme, recibí su apoyo incondicional y se volvieron grandes amigas que tiempo después puedo decir que son de mis mejores amigas.
Ellas, en su momento me dieron comida, hospedaje, un periódico y 20 pesos para buscar trabajo. Ahí es donde entendí que no existe el fracaso, sino que sólo hay oportunidades y posibilidades para poder hacer algo diferente, con responsabilidad, esfuerzo y perseverancia. Es así, como inició mi carrera en la industria del acero, mercado donde Querétaro tiene las empresas más importantes de manufactura automotriz, aviación y construcción; a lo largo de mi camino laboral también me fui determinando en mi vida personal, ya que estaba pasando por un divorcio y no me estaba favoreciendo esa situación; sin embargo, no lo vi como un fracaso, ni mucho menos, sino como una posibilidad para poder hacer las cosas diferentes. Tenía todo en contra y mucho a mi favor.
Mi trabajo tenía como sueldo el salario mínimo con opción a comisiones, en ese momento comprendí que, si era productiva y buscaba clientes, las cosas saldrían diferente, claro, siempre consciente que en esta vida habría altas y bajas, pero ya era consciente de que mi don era ser vendedora de acero y era necesario pulirlo.
Cabe destacar que con el apoyo de mucha gente a mi alrededor me aportaba cosas positivas, en áreas como el laborales, espirituales, emocionales, entre otras y comencé a escuchar y aprender. Poco a poco lo fui integrando a mi vida y me fui enfocando en un solo camino “darle la mejor vida a mi hijo y a mi hija”.
Mi camino empezó desde dormir en la central de autobuses, no tener qué comer, ni cómo cubrir ninguna necesidad básica hasta lo que soy hoy en día. En esas circunstancias de la vida, donde solo tienes 200 pesos en tu cartera, dos hijos, no tienes hogar, ni comida, entendí que, si piensas en carencia, no serás una persona productiva, por lo que me levanté y esforcé al doble.
En mi recorrido laboral en Querétaro he recorrido varias empresas de acero, entre ellas Ferrecabsa, en la que actualmente llevo 12 años representándola en el área de ventas teniendo clientes importantes que me dieron la capacidad de seguir creciendo; de igual forma, fui comprendiendo que estaba la posibilidad de llevar de la mano del acero la venta de la tornillería -ya que en esa área ya tenía un poco de conocimiento- y también emprendí la venta de tornillería.
Con las posibilidades que estaba teniendo con la venta de tornillos cree la empresa “GRUPO COMERCIAL HERRERA& DE LA PEÑA S. DE R.L. DE C.V. “que hoy en día es una empresa familiar que está creando su primer centro de distribución.
Así que sí, soy Erika Herrera, una mujer resiliente, responsable, trabajadora, que no ve sus obstáculos como fracasos, sino como posibilidades de poder crear y construir una mejor versión; soy una mujer que me fui formando de enseñanzas de grandes hombres y mujeres que me ayudaron a desarrollarme en distintas aristas de mi vida y ser quien soy hoy en día.
Gracias a Yael RV Herrera, Leonardo Assenato, Luis Moreno, Edgar cabrera, Carlos Olaes, José Luis Leal, Javier Miñarro, pablo Fernández, Carlos Lemus y todas aquellas mujeres que me confiaron y me apoyaron Valeria RV Herrera, Monserrat del toro, Liliana Reséndiz, Ceci b. Olivia López . Emma Pedraza. Silvia vega, patricia de la peña, Mayeli Velázquez, solo por mencionar a unas cuantas personas. Soy Erika Herrera, un mosaico de todas lasgrandes personas que me han rodeado y me rodean.
