Por Staff/Mariana Hernández
Foto: Démian Chávez
Fito de La Isla, director del Instituto Queretano de Emprendimiento y Innovación del Gobierno del Estado, comparte su historia. Emprendedor desde los 15 años, hoy impulsa a otros emprendedores a lograr sus sueños.
Fito de La Isla, director del IQEI, es ejemplo de perseverancia en los negocios. A sus 30 años, con amplia experiencia, es un referente para impulsar a emprendedores queretanos, promoviendo proyectos con visión social. Desde joven, Fito mostró interés por los negocios. A los 15 años comenzó organizando eventos de charreadas en Querétaro y fue el éxito de ello lo que lo motivó a explorar múltiples sectores para seguir creando negocios.
Para Fito, la clave del éxito está en aprender del fracaso. “Es vital ser inmune al fracaso”, asegura. Este enfoque le ha permitido construir una mentalidad resiliente y aceptar los retos de cada industria. De la Isla considera que el verdadero emprendedor no sólo busca ingresos, sino también un propósito social, algo que él llama “emprendimiento consciente”. Cada proyecto debe aportar algo positivo a la comunidad, filosofía que impulsa en el Instituto Queretano de Emprendimiento. En el instituto, Fito y su equipo acompañan a emprendedores desde la fase de idea hasta la implementación y financiamiento, brindando herramientas para profesionalizar sus proyectos. Un objetivo clave del instituto es ayudar a los emprendedores a superar el “valle de la muerte”, esos primeros dos años críticos donde muchos negocios tienden a fracasar. Con programas de incubación y aceleración, el instituto trabaja con aliados estratégicos para que los emprendedores desarrollen habilidades que aumenten sus probabilidades de éxito.
De la Isla subraya la importancia de adaptarse a la tecnología, destacando la necesidad de que los emprendedores se mantengan al día en tendencias tecnológicas. A través de hackatones y actividades en universidades, el instituto fomenta la creatividad y la innovación, promoviendo que las soluciones se traduzcan en proyectos viables y competitivos.
A nivel personal, Fito considera que la mayor barrera para un emprendedor es uno mismo. “El autosabotaje es un obstáculo común, donde los propios pensamientos negativos afectan el desempeño.” Una de sus labores es motivar a los emprendedores, recordándoles que el camino al éxito requiere persistencia, adaptabilidad y, sobre todo, creer en uno mismo. “Si la puerta no abre, construye la tuya”, dice, resumiendo su consejo para quienes desean emprender. Aunque el camino no es fácil, la satisfacción de ver crecer un proyecto desde cero vale todos los sacrificios. Su labor en el IQEI es un modelo reconocido a nivel estatal, y ha despertado interés en otros estados y en el extranjero.
Hoy, Fito y su equipo recorren la sierra, el semidesierto y la zona metropolitana, llegando a cada emprendedor en Querétaro. Con un año y medio de operaciones, el instituto ha comenzado a marcar un antes y un después en el emprendimiento local, y Fito está comprometido a seguir inspirando y apoyando a los emprendedores queretanos, guiándolos para transformar sus ideas en realidades sostenibles.