Por Luis Gabriel Osejo.
Foto: Demián Chávez.
Sabia Virtud
El gobernador Mauricio Kuri González cumple tres años al frente del gobierno estatal. Es la primera mitad de su mandato, y comienza el cuarto año, considerado por muchos como el principio del fin. «Sabia virtud de conocer el tiempo, a tiempo amar y desamar a tiempo», dice el poema de Renato Leduc, que no sólo aplica al amor. El tiempo es el recurso más valioso para los políticos, más anhelado incluso que el dinero. Pepe Calzada me decía a menudo: «en política, los días son largos y las horas son cortas». Él se levantaba, ansioso por comenzar el día, antes de las 5 de la mañana. Mauricio, según me ha comentado su equipo, también madruga. Otros políticos me han confesado que no hay nada que les dé más miedo que el tiempo. El genio Albert Einstein habló, entre muchas cosas, de la relatividad del tiempo. El tiempo de uno no es igual al de otro. Los políticos pueden dar fe de ello: sus minutos no tienen sesenta segundos.
Mauricio Kuri González ha sido un gobernador diferente. Para empezar, su antecesor rompió el mito de «gobernador no pone gobernador». Además, Kuri llegó a ese cargo de forma meteórica, en tan sólo seis años. Una serie de acontecimientos que han impactado al estado desde que tomó protesta es otro de los elementos que hay que considerar para afirmar que su mandato, y él mismo, han sido diferentes. Hoy, al preguntar a un buen número de queretanos cuál ha sido el distintivo de su gobierno, no dudan en responder: «Paseo Cinco de Febrero». Esa es la obra que marcará el juicio de la historia. Otros recuerdan el tremendo pleito entre las porras de los equipos de fútbol Atlas y Club Querétaro. En esa pequeña «encuesta» que realicé entre diversos sectores de la sociedad, también hay quienes señalan que el gobierno de Mauricio será recordado (al menos hasta ahora) por haber tenido que enfrentar el desabasto de agua y energía eléctrica en la metrópoli y por sobre llevar exitosamente la relación con Andrés Manuel López Obrador, al grado que el presidente de México, líder de MORENA, ha dicho publicamente que es uno de sus gobernadores favoritos y que es una lástima que no pertenezca a la 4T, que simboliza la llamada Cuarta Transformación, bandera política de ese partido..
Algunos, sobre todo en el sector económico, opinan que, a tres años de su gobierno, podría decirse que Kuri ha sido un buen promotor del estado, logrando atraer a Querétaro importantes inversiones como las de los tres principales capitales tecnológicos: Amazon, Google y Microsoft.
En lo político, ha sido un hombre que delega lo administrativo, pero no lo político. Sus principales asesores son sus buenos y viejos amigos; algunos dirán que eso es algo positivo, mientras que otros lo verán como algo negativo. En estos tres años, se afilió al PAN, colocó a la presidenta de su partido, y posicionó a candidatos como Felifer Macías y Agustín Dorantes, quizá sus delfines para 2027. Sin embargo, decidió que su compañera de fórmula en el Senado (Lupita Murguía) y el todavía alcalde de Querétaro (Luis Nava) no obtuvieran la candidatura deseada.
El 2 de junio, en las elecciones, su partido, aliado del PRI, ganó la elección de senador, 3 de las 6 diputaciones federales, y siete de los 18 municipios (incluyendo todos los más poblados), pero perdió (hasta el momento del cierre de edición) 8 de las 15 diputaciones locales de mayoría.
Sabia virtud de conocer el tiempo… El legado político del gobernador comenzará a construirse después de su tercer informe y, como cliché político, ´lo mejor está por venir’. Así sea.
