Por Enrique Contla
Fotos: Enrique Contla / Agencia 7 Foto
Hace 44 años, María Juana Velázquez Gómez decidió vender comida en su casa en Casa Blanca. Guisados, huevitos revueltos o estrellados, arroz, etcétera, etc. Cuando alguien le preguntó por el nombre de su negocio, ella decidió que se llamaría Fonda Juanita.
Quizás el nombre y la comida no hubieran trascendido entre los queretanos si no hubiera sido porque varios ingenieros, con cierto poder adquisitivo, se enamoraron de su gastronomía.-¿Cómo pasó de ser la Fonda de Juanita a la Trattoria de la Piccola Giovanna? Un cliente le hizo una broma a un amigo. Me dice: «Oiga, Juanita, invité a unos amigos a almorzar; es el cónsul de Italia». Entonces él llegó muy temprano y puso un cartel que decía «Trattoria de La Piccola Giovanna». Llegaron sus amigos y vieron el cartelón, y cuando entraron vieron el molcajete de nopales y le dijeron: «¡Qué buena broma nos hiciste». El de la broma era don Ricardo Ortega, y posteriormente Don Roberto Ruíz Obregón (entonces propietario de la Coca Cola en Querétaro) le hizo su anuncio que se encuentra al frente de su negocio.
-¿Qué personajes lo han visitado? Martín Urieta, futbolistas del América, El Payo, Los Yonic’s, la mayoría invitados por alguien más. Además de políticos estatales, en campaña, todos los candidatos: Armando Rivera, de los más asiduos; Enrique Burgos y su papá; familias como los Borbolla, Urquiza, Alcocer, Torres Landa, González, de los presidentes municipales actuales: Luis Nava, Roberto Sosa, Enrique Vega.
Una tradición muy queretana.