Por Luis Gabriel Osejo Fotos Especiales
El JBJ, La Ópera, El Qiu, las discotecas, sus usos y sus costumbres, que nos marcaron en los ochentas.
En una nostálgica reunión en el Restaurante Comalli de Plaza Constitución, tuvimos el privilegio de sentarnos con tres personajes icónicos de la vida nocturna en Querétaro: Hugo Vázquez Peña, Toño de la Vega Correa ‘el charal’ y Ricardo Veraza Peñaloza. Todos ellos testigos y protagonistas del inicio de las discotecas en la ciudad en los años setenta y ochenta.
Hugo y Toño fueron los DJs residentes de La Opera, una de las discotecas más emblemáticas de aquellos tiempos. Nos llevaron en un viaje en el tiempo, recordando las costumbres de la época y cómo era la vida nocturna en la ciudad en ese entonces.
Toño de la Vega, quien llegó a ser gerente de La Opera, nos contó detalles curiosos sobre la discoteca, ubicada en la Colonia Álamos. Nos reveló quiénes eran los dueños, cómo eran los meseros y quiénes eran los clientes más asiduos de aquel lugar. La Opera era conocida por atraer a la “alta sociedad” de Querétaro, siendo el punto de encuentro de personas influyentes y socialités de la época.
Por otro lado, Hugo Vázquez Peña compartió con entusiasmo cómo llegó a trabajar en La Opera y su experiencia como DJ en otra discoteca llamada Misión, ubicada en el Hotel Misión Juriquilla. La música era el alma de estas discotecas y Hugo nos habló de la importancia de crear un ambiente adecuado para que la gente se divirtiera y disfrutara al máximo.
Ricardo Veraza Peñaloza, por su parte, nos sumergió en los recuerdos de dos lugares emblemáticos: JBJ y O’briams, propiedad de Jorge Mercado, quien tristemente falleció hace unas semanas. JBJ era una discoteca muy popular que dejó una huella imborrable en la vida nocturna de la ciudad.
Los tres entrevistados coincidieron en que aquellos eran tiempos diferentes. No había tantas discotecas como en la actualidad, pero las pocas que existían ya se dividían por clases sociales. Cada lugar tenía su propia identidad y atraía a un público específico.
Los relatos de Hugo, Toño y Ricardo nos hicieron viajar al pasado y recordar una época en la que la música, el baile y la diversión eran el centro de atención de la vida nocturna queretana.
La historia de las discotecas en Querétaro es una parte importante de su identidad cultural y estos tres personajes nos brindaron un vistazo invaluable al pasado que merece ser conservado y compartido con las generaciones venideras. ¡Un verdadero viaje al pasado que no te puedes perder!