- En 2015, comenzó su carrera y hoy es una mujer que llegó para quedarse en la política.
Desde niña supo que la política era su pasión integrando consejos estudiantiles y organizaciones con causa. Así comienzan las historias de brillantes carreras y eso hizo Ana Paola. Se reconoce idealista y soñadora. De niña, su abuelo la alentó a involucrarse en su comunidad para que las cosas sucedieran.
Y así lo hizo, Ana Paola se involucró y hoy en una vuelta al pasado no se imaginó el alcance de esas palabras y del trabajo que ha hecho en diferentes aspectos como legisladora. Involucrarse es una palabra que hace eco pero no vacío. Ana Paola sabe que la clave para ser una gran servidora pública es reconocer el talento propio para ponerlo al servicio de los demás y lograr cambios en la comunidad.
“Soy mamá de tiempo completo, disfruto estar en casa y también involucro a mi familia en mis actividades”
Y es que el trabajo en la vida pública requiere de compromiso y pasión, pero no solo de quien está a cuadro, sino también de la familia y Ana Paola ha logrado un balance impecable en dicha tarea.
“Yo no aspiro a un cargo, aspiro que a través de mi trabajo sea una opción para ocupar cualquier cargo.”
Ana Paola sabe que es una carta fuerte y viable para próximas elecciones; llegó a la política para quedarse. Tanto en lo federal como en lo local, se ha llenado de aliados y de mucha experiencia. Lo sabe y también sabe que su trabajo diario y la preparación, son su carta de presentación.
“Me siento en un gran momento para ser funcionaria, para ser mujer y para ocupar cargos de elección popular.”
