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Mauricio Kuri, trabajando para llevar a Querétaro al siguiente nivel

Por Luis Gabriel Osejo

Mauricio Kuri González, el gobernador de Querétaro, tiene una gran ventaja que su antecesor y el antecesor de su antecesor no tuvo: no está obsesionado con su futuro político. Es más, no le importa, más allá de quedar inscrito en los registros de la historia local como un buen gobernador.

No sueña con ser presidente de la República, o secretario de estado o líder nacional del PAN. No le interesa ser el poder tras el trono, ni sueña con un ‘Maximato’ en Querétaro. Tampoco ser el mentor de futuras generaciones de políticos más allá de reconocerles sus capacidades

Se ríe cuando le digo que en Querétaro ya se habla de un ‘Kurismo’ como se habló de un Panchismo o un Calzadismo.

¿Y luego? Me dice al tiempo que suelta la carcajada.

Esa es la gran ventaja de Kuri. Esa es la razón por la que se atrevió a ‘meterle mano’ a un intocable: 5 de febrero.

Sabe, resiliente, que le va a llover con todo en las redes sociales – Y hasta los que no las usen, me dice, van a estar enojados conmigo y el gobierno. Se pone serio: yo sé lo que vamos a sufrir, las mentadas que me voy a llevar, las críticas y hasta las acusaciones sin fundamento, muchas de ellas, para sacar raja política. Pero me aguanto por una razón: yo sé que en el futuro, tal vez en un año o dos, o tal vez en 10, la gente -que ni siquiera se acordará de mí disfrutará de la obra y se olvidará del sacrificio que todos los queretanos hicimos.

– Si yo quisiera cuidar mi imagen, política, ¿eh?, simplemente le pasó la bolita al que sigue, hago una o dos obras de relumbrón y me siento a esperar los aplausos. Yo no quiero eso, ¿Tú crees que la mayor parte de la gente se acuerda qué gobierno construyó la actual av. 5 de febrero?

¿Y sabes cuántos años nos dio un servicio la obra de ese gobierno? ¡40!

– Lo que me preocupa y me ocupa es la gente que va a sufrirle más allá de la movilidad (que también cuidaremos): la que puede perder un ingreso económico, la que puede estresarse por el tráfico.

Por eso Kuri dice que él y todos sus secretarios estarán muy cerca de los más afectados con el apoyo para amortiguar los efectos negativos de la obra. Ellos lo verán, dice.

Yo no sé si Kuri haya escuchado la frase atribuida a Von Bismarck, aquella que dice que el político piensa en las próximas elecciones y el estadista en las próximas generaciones. Yo no sé si el gobernador lo sea, es más, al estadista se le da ese título ya cuando no está.

Lo que sí sé es que cuando una persona no está obsesionada con su futuro, político, personal o de cualquier índole, tiene toda la libertad de atreverse en el presente, como se dice, sin miedo. Y esa es la gran ventaja del gobernador.

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