La implementación de sensores para la detección de fugas no visibles en el sistema de agua de la zona metropolitana de Querétaro ha arrojado resultados significativos, con más de 100 fugas detectadas hasta el momento, según informó Luis Alberto Vega Ricoy, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA). Estos sensores, instalados desde principios de año, han permitido identificar y reparar fugas que de otra manera pasarían desapercibidas. Querétaro se destaca como el primer estado en México y el tercer lugar a nivel mundial en implementar esta tecnología, gracias a una donación de equipos por parte de Microsoft desde Inglaterra.
El sistema de sensores, equipado con inteligencia artificial, ha sido colocado estratégicamente en áreas habitacionales con alta incidencia de fugas, facilitando la detección temprana de fallas en la red de distribución de agua. Vega Ricoy destacó que esta iniciativa no ha generado costos adicionales para la Comisión Estatal de Aguas y que, hasta el momento, se han instalado mil de los 3,500 sensores planeados. Si bien el año pasado se registraron 24,469 reportes de fugas, se espera que con esta nueva tecnología aumente la eficiencia en la detección y reparación de fugas, así como en la identificación de tomas clandestinas.
El funcionario también señaló que la capacidad de respuesta de la CEA se ha fortalecido en los últimos dos años, pasando de 21 a 37 cuadrillas dedicadas a la reparación de desperfectos en la red de agua. Este enfoque en la detección y reparación de fugas invisibles representa un avance significativo en la gestión del recurso hídrico, contribuyendo a la conservación y el uso eficiente del agua en el estado de Querétaro.
