A punto de quedar en ruinas por allá del año 1861, el Templo de Santo Domingo (en Querétaro) se convirtió en cuartel militar durante la guerra contra los franceses, lo cual derivó en su decadencia como convento.
Actualmente es distinto. Doña Marta, por ejemplo, viene todos los días, como desde hace 50 años. Reza, pide a Dios por los suyos. Levanta la vista y se encuentra postrada ante Cristo como muchos fieles queretanos de siglos atrás.
El Templo de Santo Domingo se construyó a finales del siglo XVII, y también fungió como hospital, hospicio y convento; su objetivo principal era atender las enfermedades de los frailes misioneros que evangelizaban en la Sierra Gorda, además de enseñarles lenguas indígenas.
Después de las Leyes de Reforma, en 1861, los Padres Dominicos fueron expulsados y este lugar fue saqueado y convertido en cuartel militar en el contexto de la batalla contra los franceses, hasta su nueva congregación en 1884; en el atrio, se encuentra una cruz con motivo de la reinserción de los frailes al antiguo convento, que fue colocada en 1950.
Ubicación: Esquina Vicente Guerrero con Pino Suárez.
Texto: Queretaro.Travel
Enrique Ruiz Rojas Fotógrafo de Pueblos Mágicos
