Enclavado en el corazón de la Sierra Gorda queretana, el sitio arqueológico de Tancama nos transporta a una época de esplendor cultural. Con una historia que se remonta a los años 700 y 900 d.C., este asentamiento huasteco, cuyo nombre significa «Cerro de Fuego», nos revela secretos de un pasado fascinante. Tancama, con sus tres grandes plazas y 56 edificios, fue un centro ceremonial de gran importancia. Durante el solsticio de invierno, un fenómeno astronómico alinea el sol con el Cerro Alto, evidenciando la profunda conexión de sus habitantes con la naturaleza.
Para los visitantes, llegar a Tancama es una aventura que comienza en el Pueblo Mágico de Jalpan. Un recorrido por caminos de terracería nos conduce a este sitio arqueológico, donde podremos admirar estructuras como la plaza central de Santiago, que delimitaba el acceso a las otras plazas, y la Plaza El Mirador, con sus edificios ceremoniales y hallazgos arqueológicos únicos. Aunque aún quedan muchas zonas por explorar, como la Plaza de la Promesa, Tancama nos ofrece una ventana al pasado y la oportunidad de maravillarnos con la ingeniería y el arte de una civilización ancestral.
Además de su valor histórico, Tancama es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Rodeado de paisajes impresionantes, este sitio arqueológico invita a explorar la Sierra Gorda y disfrutar de la tranquilidad de un lugar donde el tiempo parece detenerse.
